¡Dime de qué trabajas y te diré cuanto vivirás!

¡Dime de qué trabajas y te diré cuanto vivirás!

Los oficios de trabajo de las personas afectan a la esperanza de vida. Dependiendo a que dedicas tu tiempo y que responsabilidades dispongas, tendrás una mayor o menor longevidad. Las jornadas de trabajo no suelen ser menores a 8 horas diarias o 40 horas semanales, aunque puede variar en cuanto a intensidad, dureza, responsabilidad, estabilidad, etc.

Los emprendedores son los que más viven. Ser emprendedor implica tener una actitud positiva e iniciativa para crear, reinventar y lanzar proyectos. Es además querer ser proactivo ante los retos y problemas que van apareciendo en el día a día. Es querer innovar y plantear nuevas formas de ver y entender las cosas. Los valores asociados a emprender van en la línea de construir y creer en un futuro mejor. Trabajo, esfuerzo, compromiso y dedicación son la esencia de los  nuevos emprendedores, lejos de la codicia que ha rodeado a comportamientos de los nuevos ricos, propios del sector financiero e inmobiliario. Y a nivel personal, ser emprendedor está alineado a la felicidad, a la autoestima y a la capacidad de enamorar a los más próximos y a la sociedad en general. Lo material no va con los emprendedores que suelen pensar en conceptos más amplios y ricos como la libertad, la disponibilidad de tiempo y el disfrute de la vida de una forma plena, equilibrada y sana. Lo que pasa es que después de seguir estos valores y comportamientos, el dinero llega y acompaña con éxito la aventura profesional y personal de los emprendedores. Y los emprendedores tienen hasta un 10% más de esperanza de vida.

Por contra tenemos los que se encuentran en situación de desempleado de larga duración, que les puede afectar hasta en la misma proporción pero en negativo, o sea, que pueden reducir su esperanza de vida en hasta un 10%. Y en menor proporción los que disponen de trabajos con muy poca o nula aplicación de talento, los llamados trabajos no capacitados.

Los funcionarios, los que se retiran antes de los 50 años, los profesores y los profesionales que se dedican al sector de servicios, todos ellos ganan también en esperanza de vida, aunque en menor proporción que los emprendedores.

Por contra, las profesiones “duras” como la construcción, minería, estibadores, policías, y profesiones de riesgo, ven reducida su esperanza de vida, poco, pero la reducen.

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