El cilantro, o coriandro, podría ser el mejor amigo de tu hígado. Ha sido usado en el tratamiento de la ictericia, y estudios muestran que reduce los depósitos de grasa que se pueden acumular en el hígado y que afectan su funcionamiento. Adicionalmente, el cilantro parece inhibir el crecimiento de la desagradable bacteria E. coli, bacteria que vive en el intestino y que causa enfermedades y diarrea. En diversos estudios, comer semillas de coriandro fue asociado con una significante baja en los niveles de triglicéridos y colesterol. Además, se ha demostrado que el coriandro disminuye el riesgo de cáncer de colon, y existe también una posible relación entre el alto consumo de coriandro y los bajos índices de cáncer en las poblaciones del hemisferio Oriental.

Es un Anticancerígeno. Antioxidante. Antimicrobiano. Reduce el colesterol. Salud hepática. Es además un afrodisíaco natural y se usa, en combinación con otras hierbas, para aumentar la libido sexual (aunque encontrarás opiniones diversas debido a su sabor amargo y penetrante).

Como antimicrobiano avtúa como una sustancia que elimina microoganismos o inhibe su crecimiento, tales como bacterias, hongos o parásitos.